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Catamarca Miércoles 17 de Febrero de 2010 13:43
Ambientalistas que se oponen a la minería a cielo abierto fueron reprimidos y se produjo una batalla campal en Andalgalá, ante ello un juez paralizó los trabajos en la explotación de la minera candiense Yamana Gold. Asambleístas que rechazan la minería contaminante denunciaron que la policía de Catamarca y Gendarmería Nacional llevaron adelante una violenta represión este lunes contra los pobladores que bloqueaban a vehículos mineros en la localidad de Andalgalá, en esa provincia.
Fuente: RENACE, El Siglo web y diario Perfil17/02/2010.
Desde el mediodía del martes se realizaron protestas en la capital provincial y en Capital Federal frente a la Casa de Catamarca para repudiar los incidentes.
Señalaron que la represión efectuada con perros y equipos especiales casi mata a mujeres y niños y denuncian que hay varios heridos. La cifra de detenidos por la policía supera las cincuenta personas.
Como consecuencia de los desmanes, el juez de Minas de Catamarca, Guillermo Raúl Cerda, resolvió este martes la
suspensión "hasta nuevo aviso" de las actividades que llevaba adelante la empresa minera Agua Rica.
Por su parte, el subsecretario de Seguridad de la Provincia, Luis Baracat informó que personal policial tenía la misión de preservar el orden y no reprimir ante el caos.
Sin embargo, los asambleístas denunciaron que la
policía de Catamarca y Gendarmería Nacional reprimieron a los pobladores que bloqueaban a vehículos mineros en la localidad de Andalgalá con perros y equipos especiales de dispersión de motines, que
dejó varios heridos, entre ellos niños y mujeres, con medio centenar de detenidos.Pese al desalojo, el pueblo de Andalgalá salió a la noche a las calles, y cerca de las 20hs la concentración llegaba a más de cinco mil personas.
La tensión comenzó al mediodía del lunes cuando la policía provincial desalojó la asamblea permanente que funciona desde el 14 de diciembre a la vera del camino comunal del Chaquiago, ubicado a 5 kilómetros al norte de Andalgalá, y cortó el camino después de permitir que pase una máquina de la empresa de Agua Rica.
Enzo Acuña, integrante de la Asamblea Socio Ambiental de Catamarca, contó al diario Crítica de la Argentina que allí "los vecinos que no podían pasar para el pueblo de Chaquiago volvieron a la ciudad de Andalgalá y comenzaron a concentrar en la plaza hasta alcanzar las 200 personas, pero se armó el desmadre cuando, cerca de las cinco de la tarde, la policía empezó a desalojar brutalmente a la gente".
Los pobladores reclaman "que se cumplan los derechos constitucionales a un ambiente libre de contaminación, diciéndole si a la vida y no a la explotación a cielo abierto del Nevado de Aconquija en manos de la empresa minera Agua Rica", ubicada a 17 kilómetros de Andalgalá señaló el asambleísta.
Apagón, balas y gases no frenaron la dignidad
Entre balas de goma y gases lacrimógenos "la gente comenzó a destrozar y prender fuego algunos sectores de la Municipalidad", en reclamo de la renuncia del Intendente José Perea, así como también las oficinas de la minera Agua Rica y comercios de proveedores mineros. El intendente justicialista José Perea culpó por los destrozos a concejales, docentes, al grupo Quebracho, y a "hippies", en un reportaje a Radio XXI.
Pese al desalojo, más personas comenzaron a acercarse a la plaza y a las 20 horas la concentración alcanzaban las cuatro mil personas. A la medianoche, relatan los asistentes, el municipio cortó la luz y comenzó a dispararse balas de goma en un desalojo brutal sobre las personas que estaban en la plaza. Entre balas de goma y gases lacrimógenos "la gente comenzó a destrozar y prender fuego algunos sectores de la Municipalidad", en reclamo de la renuncia del Intendente José Perea, así como también las oficinas de la minera Agua Rica y comercios de proveedores mineros.
A la medianoche, según relata Acuña, "el municipio cortó la luz y comenzó la balacera, el desalojo fue brutal, la policía disparó a mansalva sobre mujeres y niños que estaban en la plaza".
"Fue terrible. No les importaba si éramos mujeres o niños. A mí me detuvieron sólo por pedir que me muestren la orden a allanamiento. A mi mamá y a mi hermana se la llevaron de los pelos", describió, por su parte, Daniela Fernández, una de las asambleístas que acampaban al costado de la ruta para impedir el paso de los camiones y maquinarias de la minera. "Estábamos al costado de la ruta, en un terreno privado de uno de los vecinos que también lucha contra la minera, y ellos entraron sin orden de allanamiento para desalojarnos", aseguró a Perfil.com la mujer, de 25 años.
Según denunciaron los pobladores, entre los demorados se encuentran varios menores de edad y se registraron más de sesenta heridos que ingresados al hospital. "Hay un chico menor de edad -de 16 años de apellido Paz- trasladado al hospital de Catamarca con heridas graves de balas de goma", según aseguró Acuña.
Ayer al mediodía, en tanto, se informó que fueron liberados los últimos tres detenidos, mientras la calma volvía a reinar en Andalgalá. Sin embargo, las protestas continuaron, no ya contra la minera, sino contra el intendente José Perea, y la fiscal y el juez, a quienes los vecinos señalan como responsables de la feroz represión.
Según se informó cuatro asambleístas habían sido acusados por la fiscal Martha Nieva por los delitos de "amenaza simple, lesiones leves y daño en concurso real, además de entorpecimiento del funcionamiento del transporte terrestre".
Continúa el alerta de los vecinos
El alerta para movilizarse rápidamente en Andalgalá está organizado en toda la comunidad desde diciembre, cuando se resolvió resistir la instalación de Agua Rica, minera de oro, cobre y molibdeno que triplicará en envergadura y efectos a Bajo Alumbrera, que viene trabajando en la zona con múltiples denuncias por la contaminación que llega además a otras provincias, además del brutal consumo de agua dulce que pone en riesgo la zona del Aconquija (los datos de la propia empresa indican 66.000 litros de agua diarios, aunque los expertos consigan diez veces más por el tipo de trabajo que implica la minería a cielo abierto).
Los andalgalenses no rechazan la minería por desconocimiento, sino por verla de cerca. "No sólo la contaminación y las enfermedades de cantidad de personas, sino que además no generan trabajo, ni riqueza. Catamarca sigue igual o más pobre, y Andalgalá es el lugar de mayor desocupación de la provincia" explicó Urbano Cardozo, acerca de las falsas teorías sobre el progreso que implica la minería. El propio intendente Perea había reconocido que no más de 40 andalgalenses (sobre 20.000 habitantes) trabajan en la mina.
(*) NOTA DEL TRANSCRIPTOR: Hay un error de interpretación en el dato, pues se trata de litros por minuto (equivalente a 3.960.000 litros por hora o 95.000.000 litros por día) dato que efectivamente es inferior al de La Alumbrera que consume 100.000.000 litros por día y Agua Rica sería tres veces más grande que Alumbrera.