martes, 21 de octubre de 2008

Documento Fundacional del Movimiento Estudiantil Liberacion

CONSTRUIR LA EXPRESIÓN POLÍTICA ESTUDIANTIL DE LA LIBERACIÓN

 

19 y 20 de diciembre de 2001

 

El 19 y 20 se produjo en el marco de una profunda crisis del sistema de dominación.

Crisis económica, resultante de las políticas neoliberales que desindustrializaron y saquearon las riquezas y el ahorro de nuestra patria.

Crisis política, producto de un creciente cuestionamiento a la democracia formal.

Crisis cultural a partir de la cual se rompió el consenso neoliberal, el pensamiento único, el fin de la historia.

Crisis social, desocupación, marginación, desnutrición, las consecuencias del modelo de país implantado a partir de la última dictadura militar.

 

Las jornadas del 19 y 20 de Diciembre de 2001 marcaron claramente un punto de inflexión en la lucha del Pueblo Argentino, dando muestras del profundo hartazgo al que habíamos llegado, así como del poder del pueblo en la calle y de la necesidad de alcanzar nuevas formas de organización.

Esta decisión de un Pueblo rebelado, hecha carne y sangre en las calles, esta bisagra en la historia, comenzó a gestarse muchos años antes, en las puebladas iniciadas con el Santiagazo, en el nacimiento de las organizaciones de desocupados, en la instalación de los piquetes, que tuvo como paradigma la lucha de los fogoneros de Cutral-Có, y en todas las instancias en que el Pueblo fue tomando la resolución de hacerle pagar costos al poder, y de ese modo ponerse en el centro de la escena.

Estos fueron algunos antecedentes que alimentaron el Argentinazo, y la lucha sostenida durante años por los sectores más castigados por el hambre y la miseria, se nutrió y masificó con nuevos sectores que empujados por la expropiación de sus ahorros y por la permanente burla del Gobierno ante sus reclamos, salieron a la calle.

Entendemos también a la rebelión del 19 y 20 de diciembre como parte indisoluble de un mismo proceso de maduración de la resistencia de los pueblos de Nuestra América Latina contra la Globalización Neoliberal. Cuba, Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia, Perú... afirman un presente de lucha y rebelión.

 

La necesidad de una referencia política

 

Evidentemente, esta unidad en la rebelión tuvo la fuerza para echar un gobierno, pero mostró la debilidad de no poder oponer una alternativa política; y por eso nos encontramos ante un nuevo Gobierno impuesto por las clases dominantes que, más allá de algunos gestos muy publicitados que buscan la legitimidad que no le dieron las elecciones, tiene lazos sólidos y estrechos con todos los sectores del poder económico que viven de la miseria de nuestro Pueblo.

 

Sin embargo, el escenario que se abre muestra nuevos actores que surgen con más fuerza y que posibilita la llegada a un nuevo 20 de Diciembre, un año después, con una convocatoria que evidencia un aumento cualitativo y cuantitativo de las organizaciones populares. De esta manera se profundiza un camino en el sentido de la tarea de esta etapa: construir la herramienta política que nuclee a las distintas expresiones del Pueblo que luchan hoy en la Argentina.

El 20 de diciembre la resistencia en movimiento fue poder, fuerza que aún busca su cauce... En este momento la acción imprescindible de la militancia popular es construir la referencia Patriótica al calor de la lucha.

Ningún cambio en favor del Pueblo es posible sin esa construcción y por eso es fundamental la Unidad en la resistencia, marcando un rumbo claro de confrontación contra la dominación imperialista, superando la política de los sectores que miden su acción en función de ganar espacios en una institucionalidad vaciada de legitimidad y yendo a contramano de las luchas populares; o bien la de aquellos otros que munidos de “nuevos elementos teóricos”  rehuyen plantearse la disputa del poder y de esta manera son funcionales a quienes lo detentan.

 

La Universidad

 

La realidad universitaria tampoco ha escapado a esta coyuntura.

Por un lado, el ajuste encubierto, en forma de ahogo silencioso, ha puesto a las Universidades al borde del colapso, acentuando cada vez más la brecha entre quienes buscan la salida promoviendo recursos alternativos (arancel, postgrados pagos, servicios a terceros, fundaciones, etc.) y la de quienes entendemos fundamental defender las bases de esta Universidad para construir la Universidad Popular.

En este marco, el balance de estos últimos años nos muestra a la Universidad incapaz de dar una respuesta en proporción a la agresión recibida, e indudablemente muy lejos de ponerse a la altura de la lucha de los sectores más avanzados del Pueblo. Pese al esfuerzo de muchas organizaciones estudiantiles por lograr la participación y masificación tan esperadas después del 20 de Diciembre, el ME no se incorporó como un actor principal de la lucha del conjunto del Pueblo.

Entendemos que esto se debió en gran medida a los mismos motivos que generaron una suerte de reflujo luego del argentinazo, la ausencia de una referencia política en el ME y de las herramientas necesarias para alcanzarlo.  Vemos que existe una importante falencia (cuando no ausencia) de política de masas en el activo estudiantil, que logre romper el microclima militantoso y llegar al conjunto de los estudiantes, transmitir correctamente las discusiones al seno del ME y lograr en la práctica cotidiana ese protagonismo estudiantil que muchos declaman y pocos practican.

 

Acerca del desarrollo de una política integral

 

En tal sentido, se coincide en definir la política de masas como la vinculación de un planteo político conceptual y global con las masas, a partir de las reivindicaciones propias de cada sector y del desarrollo de sus contradicciones con el sistema; y se plantea al desarrollo de esta política como indispensable para generar referencia, inserción y confianza  en cada frente de masas.

En el ámbito universitario, la política de masas debe ser integral, en el sentido que abarque la práctica de tareas gremiales y académicas, y las vincule permanentemente con los planteos políticos que aporten a alcanzar herramientas de organización estudiantil, así como a profundizar, a partir de las actividades más cotidianas, las discusiones en el seno del ME. El desarrollo de cada actividad, aún las que puedan parecer más insignificantes en términos de la lucha del Pueblo, implica una discusión ideológica de fondo; la organización de estas actividades inherentes a todos los estudiantes, incluyendo a los militantes, en el ámbito de una facultad nos permite avanzar en la discusión sobre la posibilidad de organización de actividades en forma colectiva, yendo en contra de la lógica del sistema en la que todas las actividades que desarrollamos siempre están atadas al ámbito privado y generando, a la vez, la responsabilidad de nuevos compañeros en el sostén de las mismas.

Así mismo, se considera que no se debe subestimar a los órganos de masas como herramientas para la organización y la lucha estudiantil, aunque éstos no deben constituirse en objetivos en sí mismos.

 

 El ME contiene un componente de muchas clases, pero mayormente responde a la clase media (sobre todo en la actualidad) y que en ese sentido presenta las contradicciones propias de ese sector, siendo, sin embargo, debido al ámbito que ocupa, a la edad, etc., un sector muy crítico y dispuesto a participar de las disputas en el seno de la lucha social (a veces desde la reacción y otras en el campo popular) Los estudiantes universitarios constituyen (cada vez menos) los futuros técnicos e ideólogos del sistema y por ello se plantea la necesidad de desarrollar la potencialidad de la universidad para sumarla al campo popular, y para ello es imprescindible jerarquizar la tarea del militante universitario.

La vinculación del ME con la lucha del Pueblo es a partir de los sectores más avanzados en los niveles de conciencia, que si bien no son mayoritarios, avanzan en los últimos años, a causa del cambio en las condiciones objetivas.

Debemos ponernos como objetivo lograr que el ME forme parte de las luchas de otros sectores, pero sin perder de vista que nuestra tarea es organizar al ME para que aporte desde esa organización a la lucha del Pueblo. Tener al ME resistiendo en la calle los ataques a la Universidad, adoptando formas de lucha de los sectores más dinámicos (como son los trabajadores desocupados) es también un aporte a la lucha del Pueblo ya que la unidad en la calle es más fácil a partir de tener formas de lucha similares.

 En síntesis, y sobre la base de lo expuesto, se coincide en delinear las siguientes bases de acción para la corriente nacional:

·                                       Desarrollar inserción y referencia a partir de los lineamientos generales y la caracterización de cada ámbito.

·                                       Acompañar cada planteo político con la práctica militante

·                                       Recuperar los organismos de masas para la lucha y la organización del ME

·                                       Incorporar a los otros claustros a nuestro proyecto

·                                       Lograr que la lucha que desarrollemos le genere los mayores costos al poder. Confrontarlo sin desviar la atención con medidas que nos desgasten a nosotros.

·                                       Revindicar la historia de lucha de nuestro Pueblo, y los elementos del patriotismo en el sentido de la Patria Grande.

 

 

La construcción de la Corriente Estudiantil de la Liberación

 

En este marco, creemos que la  Corriente Nacional debe estar constituida por todas aquellas fuerzas que no sólo compartan los planteos políticos teóricos sino también las bases conceptuales en el desarrollo de la política, más allá de que la realidad de cada regional marque distintos tiempos y formas de desarrollo de la misma.

 

El principal motor para esta construcción debe ser la necesidad de una referencia política que sea capaz no sólo de organizar al ME sino también de movilizarlo para que la lucha por sus reivindicaciones lo sumen a la lucha del Pueblo Argentino. Las agrupaciones que conformen esta corriente deben nuclearse principalmente en torno a la práctica política, entendiendo que es la acción política de confrontación la que en definitiva divide las aguas entre los que solamente dicen y los que verdaderamente luchan por la Liberación de nuestra Patria.

 

En este sentido es que realizamos la convocatoria a todos aquellos compañeros y agrupaciones que se sientan contenidos en esta visión de lo que hoy representa la tarea de la militancia estudiantil, a participar de Encuentro Nacional Fundacional de esta Corriente Estudiantil de la Liberación, que se realizará el día 6 de Septiembre de 2003, en la Facultad de Cs. Exactas de la Universidad Nacional de La Plata.

 

 

 

 

Unidos Vamos a Vencer

1 comentario:

Anónimo dijo...

realmente creen que el estudiante de hoy en dia es critico con la realidad?
Segun creo yo, por lo que veo en mis compañeros es que hay un gran chupamiento del sistema hacia los jovenes que tratan de oponerse en un sentido ridiculo, "saliendose de la realidad" en sus mundillos floggers, mariguaneros, rockeros, o demas pasatiempos que generan en ellos una especie de zanahoria a la cual persiguen como burros(falsamanete autogestionados). Ellos creen que salen, pero sigue siendo parte del sistema.
Hay muchos, quiza el 50%, que se safa de "la boludes", que esta con esta idea de querer recibirse y nada mas, y estan permiando al ME con el "no te metas" que sus padres y abuelos les imprimieron desde la cuna.

Espero respuesta.


Abracadabra