Por Javier Rodríguez Pardo (Militante ambientalista)
Los vecinos chilenos del Valle del Huasco alertaron sobre la destrucción de glaciares al advertir que la minera Barrick Gold desconocía la existencia de éstos en su informe de impacto ambiental. Descubrimos además que el país trasandino tenía registrados gran parte de los glaciares ubicados a lo largo de la cordillera de los Andes. No así la Argentina. Barrick, la transnacional de George W. Bush y familia, obtuvo durante los gobiernos de Frei y de Menem un tratado binacional que cede la cordillera de los Andes para que el modelo extractivo de minería química a cielo abierto pueda ser llevado a cabo impunemente. En San Juan su proyecto cuenta con la venia de todos los funcionarios de esa provincia.
Estos datos nos permiten interpretar la decisión del gobierno argentino, al vetar la ley sancionada por el Congreso Nacional, que tiende a proteger la existencia de los glaciares. O sea, esto demuestra que la entrega de los bienes comunes naturales del país es un hecho y que el dominio de las corporaciones mineras sobre la política y la economía nacionales es otra realidad indubitable, probada e indiscutible.
Una sola reflexión: este Gobierno no sólo ratifica la legislación de Carlos Saúl Menem de los años 90, sino que perfecciona la entrega de la riqueza con la que aún cuentan nuestros pueblos, los bienes comunes naturales. Lamentablemente no se da cuenta de que los pueblos cordilleranos se pusieron de pie para impedir semejantes hechos demenciales, por ponerle un calificativo prudente.
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